Weibo, el Twitter chino, ha implantado un ¡CARNET POR PUNTOS! Se trata de una medida que pretende vigilar el flujo de información por internet y limitar la difusión de rumores. Por lo visto, cada usuario dispone de un total de 80 puntos que se irán descontando según infrinjan alguna de las ocho normas básicas del servicio.
Me imagino que esta medida anti-rumores no habrá tenido nada que ver con las referencias cibernéticas sobre sobre la lucha de Chen Guangcheng. Ni tampoco con las de los escándalos del ex secretario del Partido Comunista Bo Xilai y los rumores que han ido circulando sobre sus posibles relaciones sexuales de pago con la actriz Zhang Ziyi.
Que China tiene el monopolio de la censura no es ninguna novedad. Según su legislación, los internautas chinos no deben oponerse a los principios básicos de la Constitución china ni amenazar el honor del país. ¿Pero qué actos están considerados exactamente como oposición a los principios básicos de la Constitución? No se dice. Y, ¿qué otros amenazan el honor del país? Tampoco se citan. Así se da rienda suelta a todo tipo de interpretación y los censores tienen un ancho margen de maniobra.
¿Os imagináis esta ley en España? A los políticos ya no les pitarían los oídos cada día (a Sara Carbonero tampoco), no se comentarían los implantes de silicona ni la celulitis de personajes públicos y peor aún, ¡nadie hablaría de la vida de Belén Esteban!
En fin, sin redes sociales donde expresarse, la gente se echaría a las calles a protestar. Ah, no, que eso ya lo hacen…
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