La política es un hipermercado de líderes de toda edad y condición. Guapos y feos, hombres y mujeres, jóvenes y mayores… Todos ellos se muestran ahora en escaparates públicos desde donde ofrecen sus inigualables y competitivas propuestas, con su mejor sonrisa. Los ciudadanos se convierten así en consumidores de política, comparan productos, compran el que más se ajusta a sus necesidades y votan en consecuencia.

En España, según las encuestas, la cercanía, la experiencia y la honestidad son los atributos más valorados por los ciudadanos a la hora de elegir al candidato, además de una regeneración democrática y renovación de los líderes de los partidos políticos. Los eternos gobernantes que han ocupado y ocupan cargos vitalicios ya no tienen cabida en una sociedad que demanda un cambio generacional. En este nuevo escenario de desgana y hartazgo general, los españoles ya no valoran la trayectoria política y el extenso currículo de los políticos más longevos y el sistema se está transformando con el despegue de jóvenes candidatos como Pablo Iglesias (36 años), Albert Rivera (35 años) y Pedro Sánchez (43 años).

En la Unión Europea, a pesar de que dos terceras partes de los ciudadanos aceptan a las personas mayores de 55 años de manera positiva, se observa una tendencia actual a valorar la juventud según los últimos sondeos. En Grecia, la situación es semejante a España: su joven jefe de gobierno de izquierdas, Alexis Tsipras, tiene 40 años y mantiene alta su popularidad. En Italia, el primer ministro Matteo Renzi (40 años) del Partido Demócrata, apodado ‘el desguazador’, cuenta con gran aprobación por parte del electorado. En el término medio de edad están nuestros países vecinos: el primer ministro socialista francés Manuel Valls (52 años) y su homólogo centro-derecha portugués, Pedro Passos Coelho (50 años), son los políticos con mayores índices de popularidad de sus respectivos países. Finalmente, a escasos meses para las elecciones generales en el Reino Unido, el primer ministro conservador David Cameron (48 años) alcanza este año su punto máximo en el nivel de valoración entre los ciudadanos británicos.

La juventud y la novedad juegan un papel importante en la clasificación de los distintos líderes en Europa. Los escaparates políticos se están renovando y aplicando una rebaja en la edad para que los consumidores valoren a los candidatos más ‘frescos’, aún a riesgo de elegir un producto poco probado y sin garantía de devolución.