Artículo publicado en Neupic

The mother of the cordero! Dispositivos que permiten diagnosticar el cáncer a miles de kilómetros, transformar el texto en vídeo, reciclar el dióxido de carbono de la atmósfera, cultivar en el desierto, conducir coches a distancia, medir el dolor humano a través del cerebro… La ciencia ficción es realidad en Tierra Santa.

En poco tiempo, Israel se ha convertido en la cuna de la tecnología más avanzada. Las grandes compañías y empresas emergentes instalan sus centros de investigación para estar al día de los proyectos más punteros y expandir sus métodos en el extranjero. Tel Aviv concentra el mayor número de negocios y empresas nacientes del país. Su atractivo reside en la oportunidad que brinda a pequeñas empresas, con escasos recursos, para llevar a la práctica sus proyectos más innovadores y atraer en un futuro a inversores que apuesten por ellas. La mayoría de estas compañías fracasan, pero las que consiguen salir a flote obtienen grandes beneficios y contribuyen a la creación de empleo, el desarrollo económico y el bienestar social.

La razón por la que este pequeño y árido país se ha convertido en una gran potencia tecnológica mundial se debe, en su mayor parte, al largo conflicto bélico con los palestinos. El Estado de Israel investiga nuevos métodos de ataque y defensa para desarrollar la tecnología militar más avanzada del mundo que, posteriormente, tiene una aplicación en el sector civil. Al igual que las dos guerras mundiales, este conflicto bélico ha originado grandes avances para la humanidad. La tecnología es útil y necesaria en nuestros tiempos, pero deberíamos ser más conscientes de que también ha costado y sigue costando muchas vidas humanas.

Photo by Warren Wong on Unsplash