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Artículo publicado en El País,  Diario de Navarra y Diario de Noticias de Navarra

En el verano de 2014, se popularizó una campaña solidaria llamada Ice Bucket Challenge, un reto que consistía en echarse por encima un cubo de agua helada con el objetivo de recaudar fondos para los enfermos de esclerosis lateral amiotrófica (ELA).

Pero este inocente desafío ha mutado en uno más peligroso que se ha hecho viral en Internet. Se trata del Hot Water Challenge, un  nuevo reto que induce a los más jóvenes a tirarse agua hirviendo, lo que les produce graves heridas por quemadura o incluso la muerte.

Esta macabra práctica se ha convertido en una moda en Estados Unidos y ya ha dejado varias víctimas, entre ellas una niña de once años de Nueva York que fue ingresada en un hospital después de que sus amigos le lanzaran agua en ebullición mientras dormía, provocándole quemaduras de tercer grado en el 90% de su rostro. Además, otra niña de ocho años de Florida falleció tras haberse quemado la tráquea por ingerir agua hirviendo después de que su primo lo intentara antes, según informó recientemente la revista Time.

Pero, ¿por qué los niños y adolescentes buscan la fama en las redes sociales a través del daño y dolor físico? Parece ser que desean llamar la atención de su entorno. Los expertos indican que tienen el mismo perfil sociológico: una clara desatención paternal, libertad absoluta para utilizar internet sin supervisión y baja autoestima debido al acoso escolar. Su objetivo es sentirse parte de un grupo que le valore por su valentía y conseguir muchos likes en las redes.

Estos son los nuevos peligros de Internet y tenemos la responsabilidad social de lograr que las nuevas generaciones digitales adquieran la formación necesaria para no poner en riesgo su vida por quince segundos de fama.