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Artículo publicado en Diario de Noticias de Navarra

Con una buena conexión a Internet, cualquiera puede convertirse en autodidacta y aprender la profesión que desee: carpintería, medicina, fontanería, mecánica, estilismo, cocina… Basta escribir en el buscador “cómo hacer” y aparecen opciones inimaginables e incluso absurdas: desde cómo encender una cerilla a consejos para sobrevivir a un ataque zombi.

En la era digital, las aulas se encuentran en la red y los libros de texto son los  vídeo tutoriales. Es lo que se denomina e-learning o aprendizaje electrónico, una nueva modalidad de enseñanza a distancia que permite la interacción del usuario con el material educativo a través de un dispositivo electrónico.

Las marcas apuestan cada vez más por vídeos que ayudan a resolver cuestiones cotidianas y se fijan en personas famosas, los llamados influencer, para llevar a cabo sus campañas de marketing.

Pero nada superable a lo que hizo Tia Freeman, una mujer estadounidense de veintidós años, que dio a luz en una habitación de hotel con la ayuda de un vídeo tutorial de Youtube que le explicaba los pasos que debía seguir: llenar la bañera de agua tibia, coger una toalla para morder y otra para envolver al bebé, elegir una postura cómoda…

Según un artículo de Visual Capitalist, empresa canadiense de medios y noticias, en sólo un minuto se llegan a ver 4.3 millones de vídeos en la plataforma de Youtube. Isaac Asimov no pudo imaginar algo así cuando afirmó: “creo firmemente que la autoeducación es el único tipo de educación que hay”.