
Soy Paula Santolaya, informando en directo desde SANTOLIVE en mi realidad virtual. ¿Tienes opiniones o sugerencias? Puedes dejarlos en la sección de comentarios o escribirme un email a info@santolive.com.
¿Te imaginas levantarte por la mañana y ver el mar? ¿O desayunar con pan de leña en medio del campo con el cantar de los pájaros de fondo? Si ese es tu sueño, podría hacerse realidad.
El teletrabajo, impulsado por la pandemia del Covid-19, ha provocado el éxodo de numerosos trabajadores desde las ciudades hacia lugares más tranquilos y, a veces, perdidos en el mapa. Son los llamados nómadas digitales, profesionales que aprovechan la tecnología para trabajar de forma remota desde cualquier parte del mundo, lo que les permite viajar mientras trabajan.
Pero este concepto surgió mucho antes de la pandemia. En 1997, los autores Makimoto y David Manners publicaron el libro Digital Nomad (Nómada Digital), en el que ya auguraban un mundo donde el avance de las tecnologías traería consigo una multitud de trabajadores itinerantes.
El interés por la vida nómada crece como la espuma debido a que muchas personas, en su mayoría jóvenes, han descubierto que pueden teletrabajar hoy con los pies en la arena escuchando el mar y mañana disfrutando de la naturaleza a las faldas de una montaña.
Los nómadas digitales suelen ser consultores, abogados, profesores de idiomas, traductores, asistentes virtuales, diseñadores de web, community managers, desarrolladores de software, fotógrafos, creadores de contenido, blogueros o Youtubers, entre otros.
Pero, ¿es esta nueva forma de vivir tan idílica como parece? Algunos nómadas digitales no aguantan sentirse solos y depender de ellos mismos sin mantener contacto con sus compañeros; y a los autónomos les crea ansiedad los altibajos de los encargos y no conocer físicamente a sus clientes.
Lo que es innegable es que el teletrabajo ha provocado un inevitable éxodo al mundo rural, debido a la posibilidad de trabajar en un entorno más tranquilo y saludable, algo que ha favorecido notablemente la economía de los pueblos. Claro, esto siempre que haya una buena conexión a Internet.
Y tú, ¿estarías dispuesto a dar el paso para ser un nómada digital, viajar y conocer cualquier lugar del mundo imponiendo tus propias reglas laborales?
👏👏👏 Fui nómada digital allá por el año 1999.. (lectora y analista de guiones de cine). por aquel entonces no se conocía con ese término, para mi era “un chollo de curro”.
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